miércoles, 19 de junio de 2019

SAHORI, INFIDELIDAD FALLIDA PREVIO A SER PUTA, ME DESCUBRIERON, RELATO # 19, 6643093499


ATENCIÓN!! RESPONDO LLAMADAS A PARTIR DE LAS 4:50 PM. ANTES DE ESO SOLO MENSAJES DE TEXTO AL BUZÓN DE MI CEL O WHATSAPP 6643093499.

$$SERVICIOS ACCESIBLES$$

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
Hola, que tal, Soy Sahori, creo que a estas alturas ya conocen un poco de mí, esta vez quiero contarles una anécdota turbulenta, previo a mis fantasías de ser puta, para que entiendan un poco mi historia y de cómo es que llegué a ser una puta.

Llegué virgen al altar matrimonial, hicimos nuestro pacto de fidelidad por las tres leyes, la de los hombres, la de Dios y la de la carne. Lo menos que una mujer esperaría es que su esposo también estuviera casto, y que además, fuera fiel. No era el caso de mi esposo, no sólo no era casto, sino que había tenido relaciones con varias mujeres, sin embargo, me resigné y lo acepté con la idea que de allí en adelante fuera solo mío.

Pero la historia fue diferente, supongo que, como todas las mujeres, había idealizado tanto al hombre que amaba, no lo creía capaz de “ponerme los cuernos”, mi enamoramiento me había cegado a tal punto que no percibía los indicios de la infidelidad.

Al principio, su atención era todo para mí, me llenaba de besos, caricias, amor y mucho sexo, ni siquiera mi embarazo afectó nuestra relación, pero las cosas comenzaron a cambiar cuando el comenzó con sus estudios universitarios, no niego que era un hombre trabajador y muy dedicado, quizá por eso justifiqué su distanciamiento gradual. Antes de que el ingresara a la universidad teníamos sexo casi todos los días, pero luego se fue reduciendo hasta llegar a ser dos por semana, aun así estaba satisfecha, porque la realidad es que era intenso y salvaje, además, estaba distraída con mi bebé.

Tardé casi cuatro años en descubrir que me era infiel, y no es porque fuera tonta, sino porque no quería ver, había una negación, como considero que sucede con todas las mujeres, porque habían varios indicios que no quería ver, por ejemplo, comenzó a llegar muy noche a la casa, lo atribuía al tráfico, a proyectos y otras excusas. Cuando llegaba a la casa inmediatamente se daba una ducha (ahora sé que su conducta era una especie de “lavado simbólico de culpabilidad”), cenaba algo rápido y se sentaba frente a la computadora dizque a hacer tareas mientras yo dormía, pocas veces me percataba a qué hora se acostaba y a qué hora se levantaba.

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
En cierta ocasión dejó prendido la computadora y se fue muy temprano a trabajar, lo curioso es que había dejado algunas ventanas del explorador abiertos, este error lo cometió dos veces.

Entre esas ventanas estaba la bandeja de entrada de su correo, el Messenger y algunas salas de chat de Hotmail, famosas en su tiempo porque se clasificaban en varias categorías.

En esa primera ocasión no encontré más que información confusa, me daba la impresión de que platicaba con algunas chicas pero todo era vago, quizá porque borraba algunas conversaciones, cuando lo confronté no pude obtener una confesión, supo evadir mis preguntas, quizá porque no tenía las pruebas contundentes que lo declararan culpable de algún amorío.

Independientemente de mis sospechas, sentí mucha curiosidad por esas salas de chat, aunado al “abandono que sufría” comencé a explorar esas salas, había categorías para todos, salas para adultos, para jóvenes, para hacer amistad, para gays, etc.,  y lo mejor; los chats calientes. En un principio no participaba en las conversaciones, tal vez por miedo, culpa o porque no quería caer en la misma situación que mi esposo, en tal caso no tendría nada que reclamarle, me limitaba solo a leer cada uno de los comentarios, pero el acto de leerlos me ponía muy caliente, llamó especialmente mi atención el hecho de que había un gran número de mujeres interactuando con los hombres.

La dinámica de esas salas era simple, había una conversación colectiva, si dos usuarios se sentían conectados pasaban a una sala privada y si en esa sala privada había química, entonces se procedía a intercambiar correos electrónicos y a conectarse por el Messenger para no perder contacto, durante varios días fui participante pasiva hasta que un día decidí responder al saludo de un usuario.

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
Ese día, como ya era costumbre, calculaba que mi esposo llegaría después de las 11:30 pm, y según mi reloj, era apenas las ocho y pico de la noche, ya llevaba algunos noches sin sexo y confieso, que ese día, me sentía muy caliente y además, desesperada, de acuerdo a mis cálculos tenía unas cuatro horas para buscar un alivio alternativo, pero no quería hacerlo sola, quería hacerlo en compañía de alguien, aunque fuera virtual, sin embargo, ese pensamiento me hizo sentir muy mal, comencé a sudar frío, mi corazón comenzó a palpitar muy rápido, muchos pensamientos pasaron por mi mente, pero luego recordé lo que mi esposo estaría haciendo mientras yo dormía, aunado a los pensamientos obscenos que él me internalizaba cuando me cogía, me susurraba al oído palabras obscenas, -¡eres una puta! ¡Se que te gustaría coger con otros hombres! Y en algunas ocasiones me pedía que repitiera lo que él me decía, para mí, era un simple juego sexual que incrementaba nuestra excitación, pero tal parece que ya lo estaba aceptando inconscientemente. Quizá fueron esos pensamientos que me convencieron para tomar una participación activa en los chats.

El simple hecho de decidirme a interactuar con los usuarios me puso más caliente, una vez que pude dominar el miedo, la culpabilidad y de auto convencerme que mi esposo se lo merecía, me di manos a la obra.

No quise que fuera algo simple, por eso decidí darme una ducha, me perfumé, me puse una tanga diminuta y un baby doll que mi esposo me había regalado, que por cierto, era su favorito. Me preparé como si tuviera un encuentro con algún amante.

Cuando por fin me senté frente a la computadora, sentí que mi corazón se saldría de mi pecho, realmente me sentía muy nerviosa, mis movimientos eran torpes y mis dedos se equivocaban al teclear las letras de mi correo para acceder a alguna sala caliente, cuando por fin pude acceder, no me explico por qué me puse “Esposainfiel” como nombre de usuario, tampoco sé por qué correspondí al saludo del usuario autodenominado “Elpatudo”, más o menos la conversación se desarrolló así:

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
Elpatudo: Hola Esposainfiel, estoy solo en mi habitación y me siento muy caliente, ¿de verdad eres infiel?

Esposainfiel: Hola Elpatudo, yo también estoy sola, pero nuca he sido infiel, solo curioseando.

Elpatudo: ¿Pero de verdad eres casada?

Esposainfiel: Claro que si

Elpatudo: Entonces ¿por qué estás sola?

Tal parece que esa pregunta fue el gatillo que me conectó con él, por eso le propuse que platicáramos en privado

Esposainfiel: ¿Podemos platicar en privado?

Elpatudo: Por supuesto, deja mandarte la invitación.





EN LA SALA PRIVADA

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
Elpatudo: Ahora sí, ¿me decías que eres casada pero estás sola?

Esposainfiel: Sí, estoy sola porque mi esposo casi no está conmigo.

Elpatudo: Y él, ¿dónde está?

Esposainfiel: Pues según que en la universidad.

Elpatudo: ¿Y a qué hora llega?

Esposainfiel: Muy tarde

Elpatudo: Mmmm, entonces tenemos tiempo para charlar un buen rato

Esposainfiel: Creo que sí, jajajajaja

Elpatudo: ¿Qué traes puesto?


Esposainfiel: Un baby Doll y una tanguita
Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499

El patudo: Guauu, eso es muy cachondo

Esposainfiel: ¿Tú crees?

Elpatudo: Por supuesto, de sólo imaginármelo me puse muy
caliente.

Esposainfiel: ¿Y tú?

Elpatudo: Estoy en bóxer, listo para lo que tú quieras

Esposainfiel: lástima que estamos muy lejos

Elpatudo: sí, que mal, y ¿qué te gustaría hacer?

Esposainfiel: Lo que tú me digas

Elpatudo: ¿Tienes cámara?

Esposainfiel: Sí, ¿por qué?

Elpatudo: Para hacerte una video llamada y que 
Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
podamos vernos.

Me quedé por unos instantes pensando, esto sería demasiado, pero a esas alturas ya estaba prendida y quería experimentar.

Esposainfiel: mmm, ok.

Procedimos a intercambiar correos y a agregarnos en el Messenger, una vez conectados en el Messenger y fuera de las salas de chat, recibí su video llamada, con mucho nerviosismo le di clic, estaba ansiosa por saber con quién estaba platicando.

Elpatudo: Guauu, eres realmente hermosa.

Esposainfiel: Gracias, y tú estás muy guapo.

Esa video llamada, me puso más caliente aún, la verdad, era un caballero muy guapo, y según mis cálculos rayaba ya en los 40´s, para ese tiempo yo tenía 24 años, era muy joven, pero lo que me impresionó fue el tamaño de su pene, más grande que la de mi esposo. Así que eso me prendió aún más, por cuestiones de espacio no puedo describir a detalle lo que esa noche pasó. Lo que sí puedo decir es que me dejé llevar.

Elpatudo: ¿Puedes enseñarme tus tetas?

Esposainfiel: Si tú me enseñas tu verga.

Elpatudo: Por su puesto.


Acto seguido, se puso de pié y de un solo jalón se quitó el bóxer, vi cómo esa cosota se erguía delante de mis ojos, era realmente enorme, me calenté muchísimo y sentí una desesperación inmensa por tenerlo dentro de mí. No sé qué me pasó, pero detrás del monitor me desinhibí totalmente y por su experiencia me dejé llevar, le enseñe todo, mi vagina, mi culo, mis tetas, le mandaba besitos y le decía todo lo que me gustaría hacerle a su caramelo, los dos comenzamos a masturbarnos, en algún momento él se vino en sus manos, chorros de semen salieron eyectados y cayeron al suelo, cómo deseaba tener esa leche caliente derramándose en mi culo, por mi parte,  para darle un mejor espectáculo, me paré y subí una pierna en el escritorio, ubiqué la cámara debajo de mi vagina y comencé a tocarme, no aguanté más y comencé a convulsionarme y a sentir espasmos indescriptibles en la zona pélvica, era un orgasmos realmente raro e increíble, eso me hizo gimotear y a gritar de placer ¡¡Mmmm!! ¡!Ahhh!! ¡!Ricooo!! ¡!Mmmm!! ¡!Quisiera sentir tu verga!! Y no sé qué tantas cosas más grité esa noche.

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
Una vez que recuperé la calma, le agradecí por la rica sesión y nos prometimos vernos constantemente, aunque era un poco difícil, ya que era un piloto aviador, y según me dijo, muy pocas veces estaba en su casa, la mayor parte del tiempo se la pasaba en diferentes ciudades.

Nuestras sesiones duraron un poco más de 3 meses de manera intermitente, la mayoría de las veces sólo chat de texto, y no niego que comencé a sentir cariño por ese caballero, tanto así que los días que no se conectaba, lo extrañaba muchísimo. Además de sexo virtual platicábamos de muchas cosas, llegamos a tenernos tanta confianza que comenzamos a intercambiar secretos. Cierto día muy emocionado me dijo, -Tendré un vuelo hacia la ciudad de Tijuana, llego el siguiente domingo por la noche, pernocto en el hotel Principado, y mi siguiente vuelo es en 24 horas, así que podemos vernos el lunes durante el día para conocernos. Esta noticia me dejó helada, porque era llevar a otro nivel nuestra relación virtual, sentí miedo, pero a esas alturas estaba dispuesta a hacer cosas prohibidas y más con ese hombre. Fue así como pactamos nuestro encuentro, faltaba unos días para tal acontecimiento, lo visitaría en su hotel y estaría con él casi todo el día lunes, ese encuentro no sería complicado, pues mi esposo se iba a trabajar muy temprano, saliendo del trabajo se iba a la universidad y regresaba muy noche a casa, así que tenía todo el tiempo para estar con mi amante, y mi esposo no sospecharía nada, tenía todo previsto, incluso, hablé con mi madre para que cuidara a mi bebé ese día.

Sin embargo, les decepciono decirles que mi plan no salió como lo esperaba, no sé cómo ocurrió, pero en una noche dejé abierto mi correo y mi Messenger, mi esposo leyó todas mis conversaciones, conversaciones que por descuido no había borrado, pero el muy desgraciado tuvo la sangre fría, y esa noche no me dijo nada, se las agenció para configurar mi correo y poner un correo alterno en caso de olvido de contraseña, mecanismo por el cual obtuvo mi contraseña, la verdad que mi torpeza no me hizo darme cuenta que mi esposo platicaba con mi amante virtual como si fuera yo, por eso en las noches el piloto retomaba las conversaciones conmigo en un punto que yo no recordaba haber conversado.

Por fin llegó la semana en que mi amante arribó a la ciudad de Tijuana, el domingo por la noche muy nerviosa revisé mí messenger, -ya estoy en Tijuana amor, hice reservación para dos personas en el hotel Principado, mañana te espero muy ansioso en la mañana, ya quiero estar contigo.

-Yo también estoy muy ansiosa y quiero estar en tus brazos y que me hagas el amor con mucha pasión, sabes que mi esposo está en casa los domingos y no puedo arriesgarme a que me descubra, besitos y hasta mañana, le escribí rápidamente con mucho nerviosismo y cerré la sesión de mí Messenger, pero era demasiado tarde.

Esa noche no pude pegar pestaña, me pasé revolcándome en la cama sin conciliar el sueño, no estaba segura en qué terminaría ese encuentro, amaba a mi esposo, pero me excitaba la idea de vivir una aventura prohibida y estaba decidida a experimentar, no sé en qué momento de la madrugada me quedé profundamente dormida, cuando la claridad del día me hizo despertar, descubrí aterrada que mi esposo no se había levantado para ir a trabajar.

-¡Julio, Levántate! Le grité con desesperación. -¡Ya es tarde! ¿Qué no irás a trabajar? Como un eco infernal resonó en mi mente su respuesta, -¡no! Pedí permiso en mi trabajo, estoy muy cansado y necesito descansar, tampoco iré en la tarde a clases.

-¡¿Qué dices?! Pero si ayer fue domingo y descansaste. Le grité desesperada. No podía ser, no podía estarme pasando esto, todos mis planes se derrumbaban en un instante.

-¡Levántate, ve a trabajar! Le seguí insistiendo, fue entonces cuando se levantó y con sarcasmo me preguntó, -¿Qué, tenías planes?

Me sentí acorralada, no supe que responder, comencé a tartamudear cualquier respuesta tonta, -no, solo que, solo que…

-¡Sólo qué! Me gritó. El tono de su voz me dejó perpleja y
confundida, mi mente se nubló y un miedo aterrador se apoderó de mí, me bloqueé totalmente y comencé a llorar.

-¡Mírame! Volvió a gritarme, al tiempo que me tomaba con fuerza de la quijada para dirigir mi rostro hacia sus ojos.  -¡No sé de qué me hablas! Grité con desesperación.

-¡Sabes perfectamente de qué te hablo! ¡Así que habla de una vez por todas puta! Me gritó con más fuerza.

A esas alturas ya me quedaba claro que había sido descubierta, -no sé qué decirte mi amor, perdóname, solo es un juego, no es nada serio, nada de eso es cierto.

-¿Solo es un juego? ¿Es un juego que a partir de hoy pensabas revolcarte con él?

-Perdóname mi amor, si lo dije, pero no pensaba ir, toda la noche me la pasé sin dormir y tomé la decisión de no fallarte,
fue mi respuesta desesperada, por supuesto que estaba mintiendo, y en momentos así cualquier mentira es válida. -Te lo juro, volví a suplicar, -hago lo que tú me pidas con tal que me perdones, este argumento en varias ocasiones me ha hecho hacer tratos que no me favorecen.

-¡Arrodíllate frente a mí perra! ¡Pídeme perdón de rodillas! Y prométeme que nunca más volverás a contactar con él y vas a eliminar esa cuenta.

Sin pensarlo me arrodillé frente a él, era una situación muy humillante para mí pero no dudé ni un momento en hacerlo. –Perdóname mi amor, nunca más lo volveré a hacer y prometo borrar esa cuenta, le supliqué llorando.

-¡No me digas mi amor! Que a partir de hoy te trataré como la puta que eres y me vas a complacer en todo lo que te pida hasta que considere que has hecho el suficiente mérito, sin decir más palabras, se bajó el zipper de su pantalón y sacó su pene y me lo puso en la cara.

Así estoy de sabrosa a mis 38 años. para
agendar un encuentro, envíame un
mensaje de texto a mi Whatsapp
6643093499
No hubo más necesidad de palabras, entendí lo que tenía que hacer, y aún con lágrimas en los ojos comencé a mamarle la verga a mi esposo, su verga estaba erecta y duro como una piedra, el muy desgraciado siempre ha sabido tocar mis instintos animales, si hay algo que debo reconocerle a mi esposo, es que sabe cómo despertar mis bajas pasiones y mis instintos animales, sabe en qué momento ser duro y en qué momento ser compasivo, es de los hombres que sabe manejar las emociones de las personas. Me había humillado, me había maltratado, pero al darme su pene, me estaba diciendo que me perdonaba y en el fondo de mi corazón me sentía agradecida, por eso dejé que ese día me ultrajara, y me tratara como puta, sujetaba con fuerza mi cabeza y  ensartaba hasta el fondo de mi garganta su verga, en un momento en el que sentía ahogarme y vomitar me alejaba de él, y otra vez repetía el mismo movimiento, -Tócate zorra, mientras me la mamas quiero que te masturbes, porque de aquí a muchos días es lo único que tendrás hasta que me implores de rodillas que te la meta.

Obedecía, tenía una mezcla extraña de sensaciones, estaba triste, confundida, humillada, pero sentía mucho placer.

-¿Es lo que querías hacerle a tu amante verdad perra? Moví en sentido negativo mi cabeza, no quería tocar el tema, pero el volvió a insistir,  si niegas o me vuelves a mentir, de una cachetada te voy a voltear la cara zorra, -¿Es lo que le querías hacer a tu amante, verdad puta? Volvió a preguntar, no sabía si era cierto lo que me decía o era una pregunta incriminatoria, pero más valía no jugar con su paciencia, al fin estaba a su merced, por eso, apenas logré safarme de su verga, le respondí un poco titubeante, -sí, es lo que deseaba hacer, -No te escucho perra, ¡grítalo más fuerte! -¡Sííí, sí, es lo que quería hacer! ¡Quería mamar otra verga! Ni bien dije eso, comenzó a retorcerse y un chorro de semen saltó a mi boca, hasta ese momento jamás me había tragado su semen, lo había intentado en otras ocasiones, pero yo me había negado y él tampoco me había forzado a hacerlo, en cuánto sentí el aroma y sabor similar al pegamento blanco, sentí ganas de vomitar y quise escupirlo, pero no me dejó, me sujetó muy fuerte la cabeza y me dijo, -Quiero que te lo tragues puta, eres una golfa y las golfas se tragan el semen, ¿me entendiste? Con lágrimas en los ojos asentí con la cabeza y con asco me tragué su semen. –Todito perra, no dejes ni una gota, quiero que lo dejes limpio, y aún con ganas de vomitar obedecí y seguí succionando, mientras él se retorcía de placer y me gritaba un sinfín de obscenidades, cosa que al final me excitó muchísimo y como también me estaba tocando comencé a sentir los espasmos típicos del orgasmo, -¡Mmmm! ¡Ahh papi! ¡Mmmm!, ¡Ricoooo! ¡Siiiiii! ¡Siiiiiii! 

Hasta ese momento no había experimentado el squirt, pero sentí unas ganas inmensas de orinar al tiempo que sentía mucho placer en todo mi cuerpo, mis gritos de placer eran guturales, ya que aún tenía el pene de mi esposo metido en mi boca, así estuve un buen rato, hasta que la normalidad volvió a mi cuerpo, le lamí todo y después lo limpié con un trapo, el miedo volvió a mí, pensando que habría una larga discusión, pero él, como si nada se  acostó y se volvió a dormir, con una actitud indiferente que laceró mi ego, me lastimó el hecho que no se sintiera lastimado, me hubiera gustado verlo enojado, sufrir o llorar. Muy en el fondo sabía que él también me era infiel, pero en ese momento era yo quién había sido vilmente descubierta y humillada, un extraño sentimiento de venganza se apoderó de mí, tenía que redimirme y voltear las cosas, solo era cuestión de tiempo, espiarlo, emboscarlo y agarrarlo con las manos en la masa, pero esa, es otra historia. CONTINUARÁ...

SAHORI, AVENTURAS CON MI CLIENTE AMANTE FAVORITO, OSWALDO, RELATO # 18, 6643093499.


ATENCIÓN!! RESPONDO LLAMADAS A PARTIR DE LAS 4:50 PM. ANTES DE ESO MENSAJES AL WHATSAPP 6643093499.

$SERVICIOS ACCESIBLES$

HOLA, SOY SAHORI:

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para
un encuentro envíame un mensaje de texto
a mi Whatsapp, 6643093499.
Hoy les traigo un nuevo relato, encuentro muy difícil escribir todas mis aventuras y resumirlo en pocas palabras para ajustarlo al tiempo del que dispongo sin que estos pierdan su esencia, es un desafío muy grande porque tengo que omitir muchas escenas, pero es aquí donde entra la magia del pensamiento para que con su imaginación puedan deducir lo que no escribo…


Como ustedes saben, no soy puta de oficio, todo esto nació como una fantasía y por vengarme de las infidelidades de mi esposo, trabajo en una empresa como asistente administrativa y en las tardecitas es que hago mis travesuras, la verdad es que me gusta ser puta, a primera vista nadie se imagina mi doble personalidad, porque en mi entorno soy una dama muy respetada y muy seria, por eso trato de ser discreta y en mis horas de trabajo o cuando estoy en casa con mi familia no respondo llamadas solo mensajes de texto al WhatsApp.

Y es así que un domingo por la noche recibo un mensaje de texto, de un caballero que hoy día es uno de mis clientes favoritos, asiduos y ya juega el rol de amante, está de más decir que últimamente nos hemos visto casi cada dos semanas.

-Hola, buenas noches, ¿cómo andas mañana como a las 5? Fue su saludo inicial.

Sin embargo, su mensaje lo vi hasta el miércoles, pues estaba en mis días rojos, y por lo general, en esos días me desentiendo del teléfono. –Hasta hoy estaré disponible, le respondí ese miércoles de tarde.

-Hoy no puedo, quizá mañana o el viernes, me respondió inmediatamente.

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para
un encuentro envíame un mensaje de texto
a mi Whatsapp, 6643093499.
-Ok, fue mi escueta respuesta, me avisas con anticipación.

-¿Te puedo marcar? Me preguntó.

En ese momento podía responder llamadas, así que le dije que sí, no recuerdo toda la conversación, pero fue más o menos así:

-Hola, que tal, no sé si sea real todo lo que escribes, pero me llamas mucho la atención, y más porque eres una madurita sexy.

-¿No te gustan las jovencitas? Le respondí riéndome.

-Sinceramente no, jamás se van a comparar con una mujer madura y aunque estén bien buenas, siempre les falta algo y todavía huelen a orín o a culo, por eso las prefiero arriba de 35 años, así como tú. Eso para mí fue un alago y solo atiné a decir; -gracias.

-Bueno, pues para empezar quiero el servicio que incluya anal, pero quiero 2 horas y media, ¿Cuánto me cobras?

-Te sale en 3250 pesos, le respondí

-La verdad no tengo mucho presupuesto, estoy de visita en Tijuana por asuntos de trabajo y debo gestionar mis viáticos, cuento con 2800 pesos, si me gusta tu servicio, cada vez que venga te voy a contratar, ¿qué dices, te animas?

-¿Pero tienes lada 664? Le cuestioné pensando que solo estaba bromeando o que quería sacar ventaja en la negociación.

-Lo que pasa es que nací y crecí en Tijuana, aquí tengo familia y amigos, pero actualmente me encuentro trabajando en la ciudad de Monterrey, donde está la matriz de la empresa y estoy en el departamento de auditoría, cada cierto tiempo me mandan a las sucursales que tiene la empresa para darles una revisadita, por eso te digo que si me gusta tu servicio, cada vez que venga a Tijuana te voy a llamar.

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para
un encuentro envíame un mensaje de texto
a mi Whatsapp, 6643093499.
No le di mucha importancia a su explicación, a fin de cuentas muchos hombres mienten y a mí no me interesa la vida privada de nadie, y como la propuesta se me hizo razonable, acepté.

-Sólo una cosa, -me advirtió, -la comunicación será por Whats App cuando no esté en Tijuana, con eso entendí que era un hombre casado.

-No te preocupes, jamás molesto a mis clientes con mensajitos, respondí a su preocupación, eso sí, te voy a marcar media hora antes, para corroborar que ya vas en camino.

-No va a ser necesario, porque yo te voy a marcar.

-Ok, muy bien, entonces ¿a qué hora nos vemos y en qué motel?

-A las 5:30, en el motel premier.

Llegó el viernes, y faltando unos 30 minutos me marcó, para avisarme que ya iba en camino, salí de mi trabajo y busqué entre mis cosas la ropa más sexy, para el encuentro de ese día, y, como siempre, elegí una faldita muy corta y de vuelo, tanguita, medias y una blusita transparente sin sostén, me rocié mi body spray con olor a flores silvestres y me di un maquillaje discreto.

Salí rumbo al motel con la expectativa de saber cómo sería ese cliente, no por ser puta una coge con todos con la misma intensidad, porque hay caballeros con los que la verdad, no dan nadita de ganas.
En el trayecto, recibí su mensaje por Whats App, estoy en la habitación nueve, mi corazón comenzó a latir, porque cada día es una experiencia nueva, cada encuentro es diferente,  y cada vez que llego a un motel, me pongo nerviosa y siento ese cosquilleo raro y ligero en el estómago, esa ansiedad por saber cómo será el que me coja ese día.

Al entrar a la habitación, vi a un caballero alto, de buen aspecto, algo serio, pero guapo, mi cuerpo se tambaleó de la emoción, porque sería un caballero atractivo quien me cogería esa tarde por 2 horas y media.

Y como de costumbre, le cobré primero y le expliqué mis reglas, no mordidas, no chupetes, no jalones, no golpes, puedes terminar dentro de mi culo con el condón puesto pero no dentro de mi vagina, todo lo demás permitido.

Una vez aceptado el acuerdo me dispuse a dar rienda suelta a mis bajas pasiones, es un fetiche para mi coger con un baby doll y zapatillas, me hace sentir muy puta, por eso siempre cojo así con mis zapatillas puestas y un sexy baby doll.

En cuánto estuve lista, me acerqué y me dispuse a su antojo, comenzó a darme ricos y deliciosos besos en el cuello, luego bajó un poco más y comenzó a masajear mis tetas y darle chupetoncitos, al tiempo que con una mano acariciaba mi sexo por encima de mi tanguita diminuta.

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para
un encuentro envíame un mensaje de texto
a mi Whatsapp, 6643093499.
En algún momento puso sus manos en mis nalgas, me jaló hacia él, metió una pierna entre mis piernas y comenzó a rozarme rico mientras sobaba y magreaba mis glúteos, comencé a gemir porque sentía rico el roce de su pierna en mi vagina, por mi lado, bajé una mano hacia su pene y comencé a sobarle por encima de su pantalón, que a esas alturas, era lo único que traía puesto, si hay algo que me encanta y me excita, es sentir entre mis manos un pene bien erecto, largo y grueso, si bien es cierto, para el placer, el tamaño del pene no importa, pero a mí en lo particular, me excitan los penes grandes, y más cuando sé que se ensartarán en mi culo. Es una especie de fetiche, y Oswaldo tenía lo que a mí me encantaba, por eso no me resistí más, le desabroché el pantalón y se lo quité totalmente, en cuánto esa verga se libró del pantalón que lo aprisionaba, se levantó imponente delante de mis ojos, allí estaba duro como una piedra, erguido y desafiando a todas las leyes de la física, desenvainado como una espada que está a punto de trozar carne, me senté en cuclillas delante de él, quedando mis ojos y mi boca a la altura de su pene, lo tomé con mi pequeña y delicada mano derecha por la base como midiéndolo, fácilmente podría agarrarlo con mis dos manos y aún quedar al descubierto la cabeza de ese portentoso pene, lo miré por unos segundos embelesada, como hipnotizada, me acerqué, cerré mis ojos y le di un besito a la cabeza de su verga, luego comencé a mamarlo, muy suavecito, recorriendo cada centímetro.

Traté de engullírmelo lo más que pude y está de más decir que no puede metérmelo todo en la boca, luego comencé a mamarlo con más intensidad, Oswaldo solo se retorcía mientras me acariciaba el pelo, sólo gemía y no me decía nada, de todo lo intenso de ese día, lo único que no me gustó fue su seriedad y sus pocas palabras, tal vez porque soy coprolálica, me encanta que me digan cosas perversas, que me digan y me hagan decir cosas sucias, que me digan ¡¡Qué rica boca tienes puta!! ¡¡Eres una zorra!! Eso me enciende y me transforma.

En algún momento lo miré a los ojos mientras seguía succionando, le pregunté, -¿te gusta? Él solamente movió la cabeza en tono afirmativo, y seguí mamando, después de unos minutos le dije, -Ponte el condón y clávamelo.

Orden que el obedeció sin cuestionar, nos subimos en la cama y me puse en cuatro delante de él, con mi culo empinado y listo a recibir las estocadas de esa poderosa verga, una descarga eléctrica recorría la parte de mi columna vertebral y me contorsionaba de vez en cuando, en cualquier momento comenzaría a taladrarme el culo o la vagina, no importaba el orden que él eligiera, estaba allí sumisa y totalmente dispuesta a su voluntad, mi vagina y mi culo eran para él en ese momento y podía disponer de ellas como quisiera, con su boca, sus dedos o lo mejor, su verga.

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para
un encuentro envíame un mensaje de texto
a mi Whatsapp, 6643093499.
Sin más, sentí como la cabeza de esa vergota se introducía en la cavidad de mi vagina, me retorcí de placer, porque ya deseaba tenerlo, cerré mis ojos y comencé a sentir su bombeo, ¡¡Ummmm!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Siiii!! ¡¡Duro, duro papi!! ¡¡Ummm!! Gritaba de placer, si hay algo que debo reconocer, es que Oswaldo tiene un aguante de atleta.

Me bombeó sin parar por mucho tiempo, yo estaba literalmente vuelto una salvaje, gritaba sin parar y quizá se escuchaban mis gritos en las habitaciones contiguas, porque ese hombre me estaba taladrando muy rico por la vagina, después de algunos minutos de bombeo, sentí como la parte pélvica de mi cuerpo comenzó a contraerse, esos espasmos involuntarios que anuncian un orgasmo inminente, y sin más comencé a chorrearme, sentía desmayarme ante esa sensación que me transportaba al mismo nirvana, el nirvana es el punto cero, en el que no sabes si estás viva o muerta, es una sensación indescriptible, que sientes que flotas o vuelas, un estado en el que pierdes la conciencia y la noción del tiempo y espacio, una infinidad de experiencias increíbles me envuelven totalmente al punto del llanto, cuando llego a este nivel, no entiendo por qué gruesas gotas de lágrimas brotan de mis ojos al tiempo que chorros de flujos vaginales salen eyectados de mi vagina, siento morirme de placer.

Y allí seguía Oswaldo bombeándome, no sé cuántos orgasmos en cadena tuve, pero allí estaba todo mi cuerpo retorciéndose y convulsionándose de tanto placer, de pronto sentí que se detuvo y comenzó a jadear, pensé que había terminado todo y que estaba a punto de eyacular, si lo hubiera hecho en ese momento estaría más que satisfecha porque había sido una buena sesión de sexo, pero no, no era para terminar, sino para agarrar un poco de aire y prepararse para lo que seguía, en ese momento mi vagina tenía pulsaciones y contracciones por el remanente de los orgasmos que provocan gemidos sutiles casi imperceptibles pero muy sensuales y a la espera del chorro de semen caliente en mi espalda.

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para
un encuentro envíame un mensaje de texto
a mi Whatsapp, 6643093499.
Pero lo que recibí fue un chorro frío de lubricante en mi culo que interrumpió ligeramente mis espasmos vaginales y el dedo juguetón de Oswaldo que husmeaba al borde de mi ano, debo decir que en ese momento estaba en un estado propicio para ser ensartada por el culo, estaba un poco fuera de mí, disfrutando todas esas sensaciones cuando de pronto, sentí la cabezota de su enorme pene, y no recuerdo si me lo ensartó de un solo golpe o lo hizo despacito, pero en cuanto su verga se introdujo en toda mi cavidad, comenzó a moverse de manera frenética, y como se podrán imaginar, me volví loca de placer, el caso es que a los pocos segundos ya estaba gritándole de nuevo que me diera duro, -¡¡Duro, duro papiiii!! Le decía, ¡¡SííÍÍ!! ¡¡Síííí!! ¡¡Así, más duro!! ¡¡Ummmm¡¡ ¡¡Rico, rico papi!! ¡¡Ahhh, ¡¡Ahhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Siii!! ¡¡No pares, no pares por favor!! Y nuevamente chorros de flujos vaginales salieron eyectados. Oswaldo se estaba dando un festín, me embestía de manera salvaje, me estaba cogiendo brutalmente, de vez en cuando sacaba su vergota de mi culo con fuerza y lo volvía a introducir de golpe, es una sensación indescriptible, es algo realmente exquisito, y más cuando escucho el sonido característico cuando mi culo está siendo abierto de manera violenta, ¡Plop, plop, plop! ¡Dime que te gusta mi culo! Le gritaba, pero Oswaldo solo atinaba a decir un sí casi imperceptible, pero no me importaba, la forma bestial como me estaba culeando lo compensaba todo, me estaba dando con todas sus fuerzas y mis nalgas chocaban contra sus piernas ¡Plash! ¡Plash! ¡Plash!, apoyé mi boca contra la almohada para ahogar mis gritos y arañé la cama con todas mis fuerzas porque esa vergota me estaba taladrando el culo de una forma salvaje.

No sé cuántos orgasmos más tuve, pero de pronto sentí que Oswaldo retiró de manera violenta su pene de mi culo y al fin, sentí ese chorro caliente de semen en mi espalda que tanto me gusta, me desvanecí en la cama, a pesar de que  Oswaldo ya no me seguía cogiendo, todavía mi vagina se seguía contrayendo por el remanente de sensaciones orgásmicas, después de varios segundos, me repuse, realmente había sido cogida de una forma salvaje.

LLego muy sexy a tu cuarto de Motel, para un encuentro
envíame  un mensaje de texto a mi Whatsapp, 6643093499.

Esa tarde noche salí de allí toda temblorosa y con la vagina toda hinchada de tanta fricción, y el culo un poco adolorido, pero feliz, porque son contados los hombres que me han dejado así, al día siguiente tenía las piernas adoloridas como si hubiera montado un caballo y un mensaje en mi Whats app, muchas gracias por lo de ayer, cuando vuelva, te llamaré de nuevo. Sonreí complacida, porque otro cliente más estaba satisfecho con mi servicio. Y es así como nos hemos visto frecuentemente, pero esos encuentros serán otras historias.

Muchos me preguntan si mis historias son reales, no tengo por qué inventar, es más, por cuestiones de tiempo no escribo más anécdotas, escribo los que expresamente así me lo piden y los más sobresalientes, obviamente hay encuentros que no me gusta recordar, porque no todos son encuentros excitantes, hay algunas que otras malas experiencias, es como todo, creo que un bonito encuentro tiene que ver con la química entre dos, y esta está condicionada por la imagen, limpieza, aroma, etc.

TÚ Y YO podemos vivir una bonita experiencia, solo es cuestión de que llegues bien presentable y sobre todo, muy limpio, llámame o mándame un mensaje al Whats App, para programar una cita, recuerda, tengo el tiempo muy limitado, solo estoy disponible 3 horas cada tarde. Suficientes para coger rico.

FIN…

SAHORI, PRIMER ENCUENTRO CON MI CLIENTE AMANTE ROLANDO, RELATO # 17, 6643093499.

ATENCIÓN!! RESPONDO LLAMADAS A PARTIR DE LAS 4:50 PM. ANTES DE ESO SOLO MENSAJES DE TEXTO AL BUZÓN DE MI CEL O WHATSAPP 6643093499.

$$SERVICIOS ACCESIBLES$$

HOLA, QUE TAL, SOY SAHORI:

Tengo tanto que contar, tantas anécdotas que relatar, que me llevaría miles de páginas en escribir todas mis vivencias, sin embargo, hay encuentros de las que no me puedo olvidar, como el que les voy a contar a continuación.
Foto tomada en el motel La Mansión, para agendar un
encuentro, mándame un mensaje de texto a mi
Whatsapp, 6643093499.

Recuerdo que era un 30 de diciembre, fin de semana, un cliente me había contratado por dos horas en el motel Lúxor, era extremadamente educado y amable, pidió una charola de botanas, ensalada de frutas y jugos, sin embargo, las dos horas se la pasó platicando, plática y plática. Honestamente me estaba aburriendo, los moteles me resultan muy estimulantes para coger y no para platicar, aunque debo decir que algunos caballeros me pagan sólo para escucharlos, el caso es que tenía ganas de coger y sentir una verga en mi culo, por eso, su falta de insinuación e inactividad comenzaba a desesperarme.

Faltando media hora para que se acabara el contrato, comenzó a entrar una llamada con insistencia, cuando estoy con algún cliente no acostumbro responder llamadas, por respeto al tiempo de ellos, pero ese día estaba excepcionalmente aburrida, además, era un número del otro lado de la frontera, así que le pedí permiso para responder, y él, como ya les dije, un caballero muy educado, amablemente me dijo: -Adelante, puedes responder con toda confianza.

Me fui al baño para responder, y del otro lado de la línea escuché una voz grave, serena y varonil, -Hola, estoy hospedado en La Mansión en la habitación # 38, ¿puedes venir?

-Calculé mi tiempo y le dije, en unos 45 minutos llego, necesito que me envíes una foto de la habitación con número visible para comprobar que realmente estás allí, no es por mala onda, pero hay muchos hombres bromistas que les gusta andar jugando, por eso pido una foto así.

-No te preocupes, entiendo, ahorita te lo mando, me respondió con mucha seriedad.

Ya faltando unos minutos le dije a mi cliente, -bueno, me alisto, se nos acabó el tiempo, voy al baño a darme un retoque e irme.

-Pero, no hemos cogido, ¿puedes quedarte otro rato? Me preguntó con inocencia.

-Es que acabo de hacer trato con alguien que ya está hospedado en La Mansión, le repliqué.
-Te pago otras dos horas, me insistió.

Foto tomada en el motel La Mansión, para
agendar un  
encuentro, mándame un mensaje
de texto a mi 
Whatsapp, 6643093499.
Me quedé un poco pensativa, la oferta era buena, pero de pensar que podría pasar otras dos aburridísimas horas me hizo reaccionar rápido para no hacerlo sentir mal, -te propongo algo, le dije, -Voy, me quedo un rato con él, y luego regreso contigo. ¿Te parece?

-Mmmmm, ok, está bien, me dijo en un tono incrédulo. -Aquí te espero. ¡Pero regresas eh!
A pesar del frío, ese día llevaba una faldita de vuelo, medias, una blusa transparente y zapatillas de tacones altos, muy sexy.

Al abrir la puerta de la habitación, vi a un caballero como de unos 45 años de edad, con ropa casual, alto, fornido y guapo, de esos hombres que a primera vista transmiten mucho poder, aunque muy serio, pero muy amable.

Con su voz serena y varonil me dijo con un saludo de manos, -Hola, que tal, soy Ricardo, gracias por venir, me imaginaba que eras guapa, pero en persona eres más bella de lo que imaginé.

Su saludo inicial me ruborizó un poco, ya que su expresión me pareció muy sincera y profunda, le agradecí su amable saludo e inmediatamente le pregunté: -Y, ¿qué servicio quieres?

-Me gustaría estar contigo toda la noche, pero al ser fin de semana el motel solo me da 4 horas y ya llevo casi dos horas, así que quiero que te quedes conmigo lo que me resta del tiempo de la renta, te voy a dar 200 dólares.

-Guau, pensé. -Qué generoso, hay hombres que regatean y piden rebajas, pero este es un caballero que se merece un buen trato. Por eso le dije: -Por 200 dólares te voy a dar el servicio completo, incluye oral al natural, besos en la boca, caricias, cachondeo y me la puedes meter donde gustes, puedes terminar las veces que quieras y puedas, tocarme y chuparme toda.

Y mientras me ponía un Baby doll le pregunté: -Y, ¿Por qué me elegiste habiendo otras chicas jóvenes y buenotas?

Foto tomada en el motel La Mansión, para
agendar un  
encuentro, mándame un mensaje
de texto a mi 
Whatsapp, 6643093499.
-Te voy a ser honesto, me contestó, -desde hace tiempo he seguido tu perfil y leído todas tus historias, vengo seguido a Baja California, mis padres tienen un rancho en Tecate, pero me gusta pasar por Tijuana, rento un motel para dormir un rato y después seguir mi camino, la verdad no acostumbro contratar chicas, pero tus historias me resultaron muy excitantes, por eso me animé, pero estuve a una llamada de no conocerte.

-Y ¿Por qué estuviste a una llamada de no conocerme? Le pregunté con mucha curiosidad, ya que su respuesta me intrigó bastante.

-Es que ahora que me animé, te marqué muchas veces, pero no me contestabas, por un momento pensé que no eras real, que era alguien solamente jugando, tus historias eran tan increíbles como para ser ciertas, por eso dudé y me dije a mí mismo, “le voy a marcar por última vez, si no me contesta es que no existe y dejaré de insistir”, pero curiosamente una voz muy bella respondió a mi último intento y me emocioné muchísimo.

Su respuesta llegó hasta lo profundo de mi corazón, quizá significaba algo, quizá ese hombre significaría más que un cliente. -¿En serio? Le repliqué, mira qué curioso, no acostumbro responder llamadas cuando estoy con algún cliente, de hecho, cuando comenzaste a marcar apenas había entrado con un cliente, pero estaba aburrida, por eso decidí responderte, y justamente respondí a tu última llamada.

-Qué curioso, quizá sea el destino, me respondió al tiempo que dibujaba una sonrisa en su rostro, no sé por qué, pero ese día me sentí muy conectada con él, como si lo conociera desde hace mucho tiempo, por eso resolví entregarme a sus brazos y dejarme llevar.

Al acercarme para besarlo, percibí un aroma muy rico, suave y delicado que penetró hasta mi mente y mi corazón. –Qué rico hueles, le dije. Una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo, me sentí como una jovencita cuando recibe su primer beso, mi piel sensible comenzó a erizarse al sentir sus caricias en mi espalda y mis nalgas, el frío de la noche comenzaba a disiparse con el calor de su cuerpo, mi vagina comenzó a humedecerse, sus besos y caricias me arrancaban de vez en cuando suaves quejidos de placer, ¡mmmmm! ¡Ahhhh!

Me tomó con sus fuertes brazos y me recostó en la cama, se quitó inmediatamente la ropa, al quitarse la ropa interior, vi como saltaba a mi vista una enorme, gruesa y poderosa verga, un ligero cosquilleo invadió todo mi cuerpo, toda esa vergota me cogería en ese momento, inmediatamente se dispuso a cachondear conmigo, me abrió las piernas con una fuerza controlada pero poderosa y comenzó a tallarse conmigo sobre mis bragas, mientras me besada intensamente y con desesperación como si quisiera comerme, debo aclarar que no me gusta que me besen así, sólo a mi esposo le permitía besarme así, pero como me sentí conectada con él, me dejé besar con la intensidad que él quisiera.

Una fuerte sensación de placer recorría todo mi cuerpo desde mi pelvis, pasando por toda mi espalda hasta llegar a la nuca, de vez en cuando me arqueaba y hacía que abriera más las piernas, para disponerme totalmente al contacto con su verga, sus abrazos, besos y tallones sobre mi tanga hicieron que me acelerara mucho, al punto que comencé a gemir de placer ¡Ummmm! ¡síííí! ¡Ahhhh!

De pronto sentí en los flancos de mi abdomen una suave caricia con las yemas de sus dedos, esas caricias hicieron que me retorciera abruptamente y levantara ligeramente mi espalda de la cama y gritar inconscientemente -¡noooo! ¡Nooooo! Grité tan fuerte quizá, que él se detuvo y me preguntó un tanto extrañado -¿no?

¡Síííí! ¡Suigue! Le grité un tanto enloquecida, hay situaciones a las que a veces digo no, y no es porque no me guste, todo lo contrario, es porque me gusta tanto que siento morirme de placer y al sentir que no aguanto la sensación, grito un “no” inconsciente, es algo confuso, quiero seguir sintiendo, pero a la vez no, pero es allí donde entra la pericia del hombre para regular la intensidad de los besos y caricias para hacer que la sensación sea intenso y soportable.

Foto tomada en el motel La Mansión, para
agendar un  
encuentro, mándame un mensaje
de texto a mi 
Whatsapp, 6643093499.
Después del explosivo cachondeo, le pedí que se recostara, quería sentir en mi boca esa enorme verga, el sin más, obedeció, y se recostó sobre su espalda. Su verga, como una espada desenvainada lucía poderoso e irresistible delante de mis ojos. No recuerdo con exactitud cuándo o en qué momento surgió en mí la fijación por los enormes penes, No sé si fue en esa fiesta swinger cuando por primera vez vi una enorme tranca, un hombre parado junto a una puerta con la vergota por fuera y que brillaba con el reflejo tenue de las luces, me quedé casi hipnotizada mirándola fijamente, ya en un relato anterior les conté este incidente, o quizá un deseo reprimido antes de mi juventud, no lo sé, lo que sí sé es que me atraen mucho, si me preguntas si el tamaño importa para sentir placer, te diré que no, mi esposo tiene una verga promedio, pero es el hombre que me hace tocar el cielo cada vez que quiere, es casi insuperable en la cama. Pero si me preguntas qué me gusta más a la vista, te diré que me gusta más una vergota, es una especie de fetiche, no sé si les pasa a todas las mujeres, a mí en lo particular me hipnotiza y me excita mucho.

Y allí estaba Ricardo, recostado luciendo su verga delante de mí, lo miré casi con reverencia por algunos segundos, agradecida de ser privilegiada, y que en unos minutos esa enormidad estaría entrando y saliendo en mis cavidades arrancándome gritos de placer. Digo agradecida, porque muy pocas mujeres tienen el privilegio y la oportunidad que yo tengo, podrán llamarme puta, pero lo bien cogida y los placeres que he tenido nadie me los quita.

Aun en ese estado de trance hipnótico peniano, acerqué mi mano derecha para medir la circunferencia de esa verga, lo tomé por debajo del glande, que dicho sea de paso, es la parte más delgada de un pene, al apretarlo ligeramente, me di cuenta de lo grueso que estaba, faltaba como unos 2 centímetros para que mis dedos pulgar e índice pudieran unirse, aunque mis manos son pequeñas, podrán imaginarse lo enorme de esa verga, tuve una contracción vaginal de sólo imaginármelo en mi culo.

Después de contemplarlo por unos segundos, me día a la tarea de comérmelo, con mucha delicadeza, así como lo tenía tomado por debajo de glande, lo empujé como una palanca en dirección a su ombligo, y le pasé mi lengua húmeda y tibia desde su base hasta la cabeza, como una forma de saludo inicial a ese “don verga”, casi diciéndole, -gracias por permitirme ser tu receptáculo en estos momentos.

Ricardo se retorció, después me lo metí en la boca, y de verdad que era enorme, apenas me cabía en la boca, lo empecé a succionar suavemente, al tiempo que mi mano derecha lo tomaba por la base y lo masturbaba, Ricardo se volvió a retorcer. -¿Te gusta? Le pregunté.

-Sí, qué rico se siente tu boca. Poco a poco subí la intensidad de mis movimientos hasta que empecé a chuparlo con fuerza, esa era una verga para mamarlo vigorosamente, por más que quería tragármelo todo, apenas lograba meterme una tercera parte de su tamaño, ya que en la parte inferior era más grueso, a pesar de eso, Ricardo gemía de placer, ¡síííí! ¡Qué ricoooo! ¡Oh sííí! Mientras lo mamaba enloquecida, comencé a sentir unas ganas inmensas de tenerlo dentro de mí. -¡Cógeme! Le grité. ¡Cógeme por favor!

Foto tomada en el motel La Mansión, para
agendar un  
encuentro, mándame un mensaje
de texto a mi 
Whatsapp, 6643093499.
Ricardo se levantó para ponerse el condón, vi cómo batallaba para cubrir esa vergota, pues el condón me parecía chico, y sí que lo era, luego me pidió que me recostara boca arriba, posición en la que generalmente me coge, obedecí como una linda cachorrita, levanté mis piernas dobladas con las rodillas en dirección a mis pechos para dejar a su disposición mi culo o mi vagina, y que me lo ensartara donde quisiera.

Sin embargo, Ricardo no me penetró inmediatamente, contempló por un momento mi vagina y comenzó a darme golpecitos con su enorme verga en toda la superficie de mi vagina, en esa posición mi vagina se expande y se abre totalmente dejando expuesto mi punto G, con facilidad cualquiera, con unos golpecitos así, me puede hacer llegar, Ricardo siguió “vergueándome” hasta que comencé a sentir contracciones musculares y chorros de flujo vaginal saltaron dentro de mí, no me había penetrado aún y ya me estaba chorreando, Comencé a gritar ¡Sííííí! ¡Ummmmm! ¡Qué ricoooo! ¡Mmmmmm! ¡Métemela por favooooor!

Pero Ricardo parecía sorprendido de ver ese espectáculo, con sus ojos totalmente abiertos como si estuviera descubriendo algo nuevo, no sé si anteriormente habría visto a otra mujer que se chorreara de esa manera, pero al parecer no, y eso le estaba provocando mucha excitación, podía verlo en sus ojos y su mirada.

¡Métemela ¿sí?! Le volví a rogar, porque ya quería probar esa verga, fue entonces cuando sentí que algo enorme abría mi vagina, a pesar de mi gran excitación, le pedí que me lo metiera despacio, hasta que mi vagina se acostumbrara al tamaño, ya que una de las desventajas de tener una verga de ese tamaño es que muy pocas mujeres lo soportan, pues la profundidad promedio de una vagina en estado de excitación es de 13 cm. Por eso, cuando un hombre dotado no sabe coger, puede desgarrar las paredes vaginales o desgarrar el cuello uterino, no se diga del dolor inmenso que se siente en la parte pélvica, que dura muchas horas después del coito.

Ricardo obedeció y comenzó a bombearme despacito, suavemente, sin metérmela toda, y ¡oh, qué rico se sentía eso! Una verga gruesa provoca más placer que una verga larga, y Ricardo, no sólo tenía una verga larga, sino también muy gruesa, las sensaciones que le estaba provocando a mis tejidos y fondo de la vagina era realmente exquisito, era algo alucinante, sentirme llena, totalmente dilatada me provocaba un placer de otro mundo, mientras tanto, Ricardo se aceleraba más y más, y con ello me hacía enloquecer, ¡Sííííí! ¡Sííííí!, ¡Asííí papi! ¡Cógeme, dame durooo! ¡No pares por favor! ¡Sigue, sigue Por favor! Gritaba toda endiablada cada vez que él se detenía para aspirar un poco de aire y descansar. No sé si logro clavarme toda esa verga de un poco más de 20 cm por la vagina, porque perdí la noción del tiempo, de vez en cuándo sentía desmayarme, continuamente salían eyectados mis flujos vaginales mojando totalmente donde estaba recostada. 

Sólo tres hombres me han hecho llegar al placer máximo conocido como el nirvana, el punto cero o muerto, el punto en el que no sabes si estás viva o muerta, y uno de ellos es Ricardo. Es una sensación extraña, en el que siento que estoy suspendida en el aire, para llegar a ese punto hay que cruzar el umbral en el que el placer se vuelve insoportable al punto de la muerte, muchas mujeres paran aquí porque les da miedo seguir sintiendo, pero una vez cruzado ese punto, todo el cuerpo experimenta un placer indefinido, no puedo encontrar las palabras apropiadas para describir esa sensación, en cada milímetro de mi cuerpo tengo la sensación de un ligero cosquilleo, como si se estuviera electrificada suavemente, experimento una paz inmensa y de total plenitud, un punto en el que quisiera quedarme.

No sé cuánto tiempo me bombeó Ricardo en esa posición, porque como podrán imaginarse estaba perdida en el nirvana, pero de pronto, percibí que estaba respirando como si hubiera corrido en un maratón, y tenía ya su verga fuera de mi vagina.

-Descanso un poco me dijo, mientras aspiraba grandes bocanadas de aire.

-Quiero que me lo des por el culo, le pedí. –Sí, de hecho eso mismo te iba a pedir, si me dejabas dártelo por el culo, siempre he tenido esa fantasía, lo he intentado con mi esposa, pero no he podido, dice que le duele mucho, y no sé si tú puedas.

-Pues con semejante verga, quizá tampoco yo pueda, le respondí con una sonrisa y en tono de broma.
 Era probable que me doliera el culo cuando esa cosota me atravesara, pero de lo que sí estaba segura es que la iba a aguantar, porque tengo esa especie de reto, de aguantar por el culo cualquier pene, sin importar el tamaño, es una cuestión de honor, me considero la diosa del anal, y sería una vergüenza que no pudiera con esa vergota.

En cuánto estuvo listo, me puse a gatas para recibir esa vergota en mi culo, le pedí que me pusiera mucho lubricante y me lo metiera despacito.

Foto tomada en el motel La Mansión, para
agendar un  
encuentro, mándame un mensaje
de texto a mi 
Whatsapp, 6643093499.
Ricardo procedió a untarme generosamente el lubricante que tenía ya listo y se puso otro poco sobre su pene, me empiné y me abrí todo lo que pude, me relajé y cerré mis ojos para experimentar cada centímetro de esa enorme y hermosa verga. En cuánto sentí la cabezota en el orificio de mi ano, procedí a dilatarlo con movimientos de distensión, y entonces sentí el empuje de Ricardo y un dolor de rompimiento, pegué un grito desgarrador ¡Ahhhh! ¡Despacio, despacio por favor! Le supliqué, ya que en verdad me estaba doliendo, -¡métemelo despacito, poco a poco ¿sí?! Luego te quedas quieto y me bombeas hasta que yo te diga, Le imploré con los ojos casi llorosos.

El truco es soportar la sensación dolorosa cuando el pene atraviesa el esfínter, una vez que cruza ese anillo, el recto se acostumbrará y el dolor se disipará, pero si una se acobarda y le pides a tu pareja que retire su verga de golpe, entonces el dolor se intensificará y la sensación será horrible, muchas mujeres se quedan con esta experiencia dolorosa y se paralizan de sólo recordar este momento traumatizante, por eso, es mejor hacer que el pene atraviese el esfínter lentamente, una vez logrado este proceso, quedarse quieta por un instante y luego a disfrutar del sexo anal.

Una vez que el glande de Ricardo atravesó mi esfínter, se quedó quieto, después cuando me acostumbré a su enorme verga, le pedí que se moviera, Ricardo comenzó a bombearme pausada y armoniosamente, como disfrutando cada metida y sacada, sentía que me rompía toda, pero me estaba gustando mucho, me encanta esa mezcla de dolor y placer que me provocan los penes grandes por el culo. Para el sexo anal, si me preguntas si el tamaño importa, te responderé que sí, por mi culo el tamaño sí importa, y entre más grandes, mejor. Así como esa verga de Ricardo que en verdad me estaba haciendo gozar de placer y me hacía sentir la mejor puta del mundo. No sé cuánto tiempo me taladró el culo así, pero de pronto escuché una exclamación de admiración, -¡vaya, te entró toda, pensé que no me la ibas a aguantar toda! Una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro, había logrado la hazaña de comerme por el culo toda la verga de Ricardo.

Una vez que sentí que mi recto estaba totalmente dilatado y acostumbrado a ese enorme miembro, le pedí entre gimoteos de placer, ¡clávame duro y sin parar hasta que te vengas ¿sí?! Ni tardo ni perezoso, Ricardo obedeció y se aceleró de manera bestial, y comenzó a bombearme durísimo, todo el cuarto de motel se llenó del ruido que producen dos cuerpos acelerados y en movimiento, ¡Plash! ¡Plash! ¡Plash! ¡Plash! Al tiempo que gritaba jubilosamente ¡Sííííí! ¡Sííííí! ¡Mmmmmmm! ¡Ahhhhh! ¡Sí, cógeme, sigue, sigue! ¡¿Te gusta mi culo?! ¡Dime que te gusta mi culo, dime que te encanta! ¡No pares, no pares! ¡Ahhhh! ¡Mmmmmm! ¡Mmmmmm! Y entre gimoteos y gritos, chorros de flujo vaginal volvieron a saltar, sentí desmayarme, sentí que tocaba el cielo, me sentí en estado de total plenitud, estaba fuera de mí, y no sé qué tantas cosas decía, ni tampoco sé por cuánto tiempo Ricardo taladró mi culo, hasta que percibí que paró y se puso tenso y a gritar un fuerte ¡Ahhhh! ¡Ahhhh! ¡Ufffff! ¡Qué rico! ¡En verdad que eres ricaaa! ¡Uffff!

Sacó su enorme verga de mi culo, me desvanecí cansada sobre la cama toda atolondrada, su pene, aunque flácido ya, aún parecía enorme, se quitó el condón lleno de semen y buscó un bote de basura, después se acercó para darme un beso y agradecerme por la rica sesión de sexo que le acababa de proporcionar, -Déjame decirte que me tienes muy sorprendido, superaste todas mis expectativas, por eso cada vez que venga, te voy a llamar.
Foto tomada en el motel La Mansión, para agendar un
encuentro, mándame un mensaje de texto a mi
Whatsapp, 6643093499.

Sonreí con cierto aire de triunfo, sabiendo que un macho más estaba satisfecho. Al ver el reloj, nos percatamos que faltaban uno 15 minutos para que se acabara el tiempo del motel, casi corriendo me metí a la regadera para darme una ducha, alistarme e irme bien cogida. Debo recalcar, que de todos mis clientes, era el segundo macho con aguante de atleta que me tocaba, y no es por criticar, pero hay muchos chicos veinteañeros que no llegan a ese tope.

La historia con Ricardo no queda aquí, pues apenas fue nuestro primer encuentro, después de eso, cada vez que viene a Tijuana, me ha buscado, hemos vivido aventuras muy excitantes, por ejemplo, es el único hombre con el que he cogido en una autopista, ya en otro relato les contaré cómo sucedió todo esto. Así que ¡hasta prontooo! FIN